miércoles, 28 de septiembre de 2022

VIVIR

 



En un torneo de golf de carácter benéfico ,  se encontraron el legendario y nonagenario Clint Eastwood y el cantante de country Toby Keith.
Cuando este le preguntó cual era su secreto para mantenerse  tan brillante y activo a su edad , su contestación fue magistral:
Cuando me levanto todos los días, no dejo entrar al viejo en mi casa. He tenido que sacarlo a rastras, porque el tipo ya estaba cómodamente instalado, sin dejarme espacio para otra cosa que no fuera la nostalgia.
Estas palabras calaron tan hondo en Toby Keith, que le inspiraron a componer la canción “Don´t Let the Old Men"  la cual , cuando fue escuchada por Eastwood, decidió incorporarla a la banda sonora de la película “Mula” (The Mule), que iba a comenzar a dirigir e interpretar . La película consiguió una recaudación de 174 M. de dólares.
Esta impecable lección de vida, puede ser practicada por cualquiera.
En mi caso particular y aun estando, afortunadamente, lejos de llegar a esa edad,  reconozco que no ha significado ningún esfuerzo, dada mi infinita curiosidad por todo tipo de temas.
Esa gimnasia mental, tan necesaria, he procurado realizarla desde siempre tanto en lo cotidiano, como en lo profesional, 
incluso cuando mi trabajo no dejaba mucho espacio para ello.
Veinteañero y ya laboralmente activo, inicie pequeñas colaboraciones en Los 40 Principales hoy propiedad del Grupo Prisa y con la nueva denominación de  Los 40.
Aunque mi desarrollo profesional me llevaba por caminos menos creativos y sacando tiempo donde no lo había, compagine ese día a día  con el desarrollo de actividades de carácter publicitario.
Mi amor por el arte en todas sus facetas y mi clara vocación  por el  área  audiovisual ,   incentivado por un cambio de circunstancias,  me animó a adentrarme en ese sector.
Y toda esa información y formación acumulada, de carácter teórico, se vio plasmada en una etapa de colaboración con una productora de televisión que fue el germen de la que se convertiría , con el tiempo, en una de las cinco primeras de este país, posteriormente adquirida por un  grupo de comunicación.
Posteriormente y conjuntamente con mi gran amigo Paco Iñigo, apoyo imprescindible en esa etapa  dada su amplia experiencia y profesionalidad en dicho campo, conseguimos llevar a buen puerto la coproducción con TeleMadrid del programa “El Otro lado de la Realidad”, durante más de un año, dirigido y presentado por Javier Sierra, periodista,  Premio Planeta y autor de grandes éxitos posteriores que le hacen figurar entre los autores más vendidos de este país.
Colaboraciones posteriores con medios escritos o radiofónicos como Radio 5, han salpicado mi vida.
Un guión cinematográfico , coescrito con David Zurdo, de amplia trayectoria como escritor, espera el momento de poder ser producido y desarrollado.
Objetivos modestos, pero realizados.
La filosofía que encierra el comentario de Clint Eastwood, va más allá de su edad actual.
Con demasiada frecuencia, me encuentro con personas que, voluntariamente, han anclado su barco en el puerto y nunca volverán a navegar, a pesar de lo inmenso del océano.
Posiblemente porque, al contrario que yo, no lo necesitaban , lo cual forma parte de su libertad personal y es perfectamente comprensible.
Pero, cada vez que estoy al borde del mar, en mi actual lugar de residencia y veo pasar embarcaciones de todo tipo, no puedo por menos reflexionar sobre lo necesario que es  navegar..... sobre todo por nuestra siempre imprevisible vida.
Dado que, aun habiendo nacido en un puerto de mar,  nunca he conseguido aprender a nadar, he procurado hacerlo teniendo como destino mi particular viaje a Itaca.
Me consolare , recordando  al personaje de Daphne ( Jack Lemmon ), en la inolvidable película,  “Con faldas y a lo loco”
( Some like it Hot, 1959), cuando intenta explicarle a su enamorado millonario  (Joe E.Brown), que no puede casarse con el porque es un hombre, este le responde con un simple:
“Well, nobody´s perfect”.
Afortunadamente.......







viernes, 9 de septiembre de 2022

OTOÑO




La , siempre necesaria,   pausa vacacional  va progresivamente  llegando a su fin.
El turismo se ralentiza y los lugares habituales de mi zona, comienzan a alcanzar cotas de normalidad, después del tsunami agosteño.
Y dentro de ese folio en blanco que representa la llegada del otoño, cada uno estará elaborando su personal agenda, procurando incorporar a la misma los buenos propósitos acumulados durante estos días de descanso y reflexión.
Aunque siempre con una oculta desconfianza, fruto de experiencias anteriores.
La de si se habrán realizado,  cuando finalice este nuevo ciclo.
Y empatizo con ello, dado que yo también he vivido  esa misma situación  .
Hace tiempo que decidí cambiar el “quiero hacerlo”, por el “voy a hacerlo”.
Aunque voy modificando mis prioridades.
Lo que podríamos denominar objetivos tangibles, por ejemplo aprender un idioma o hacer un curso especifico, los coloco en el apartado de complementarios.
Y posiciono , en primer lugar,  todo aquello que me ayude a mejorar mi estabilidad personal, que me enriquezca como individuo.
Y es un proceso lento, pero paulatino.
Resiliencia ante las dificultades, aceptación de tu entorno, evitar frustraciones, luchar por lo importante y no desgastarte en lo secundario, valorar lo que posees , analizar y reflexionar sobre el siempre presente escaparate social , disfrutar de un buen libro, pasear por la playa, independientemente del estado  del tiempo, un vino y unas tapas en ese rinconcito que has descubierto, visitar esa exposición que tanto deseabas ver o comprar una entrada para una buena obra de teatro.
Ello no significa que rechace los aspectos materiales de la vida, todo lo contrario. 
Mi amor por los coches, particularmente clásicos, viajar , los buenos hoteles o restaurantes, la moda, el arte , son aspectos de mi personalidad perfectamente conocidos por mis amigos y familia.
Pero, consciente de mis lógicas limitaciones, he procurado disfrutar de los buenos momentos y adaptarme en cada instante a la realidad cotidiana.
En una ocasión, comentando con un amigo la boyante situación económica de otra persona y su alto nivel de vida, me preguntó:
"¿ Si ello fuese posible....te cambiarías por el?. Pero no solo la parte económica. En su totalidad.”
No dude , ni un minuto, en responder. " Rotundamente, no. Yo me gusto más"
Mi concepción de la vida, no coincidía en nada con su perfil.
Hace tiempo leí un texto que finalizaba con este comentario:
"Cuando los años transcurran, estarás mas decepcionado por lo que no hiciste, que por lo que hiciste.”
Porque, si alguna riqueza posee el hombre, es el de la libertad.
Y afortunadamente, en este momento , la tengo y procuro aprovecharla lo máximo posible.
Nelson Mandela , durante su  estancia en la carcel, consecuencia de su larga lucha contra el apartheid  y para combatir su aislamiento,  se inspiró en un poema de William E. Hanley, escrito en 1875 , denominado “Invictus”, cuyo último párrafo dice así:
“ I am the master of my fate. I am the captain of my soul”
“ Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma” 
Tirando del siempre necesario sentido del humor y para evitar que estas líneas se conviertan en un texto excesivamente filosófico , recurriré a una antigua canción de Peret, que dice:
"Y no estaba muerto,no,no.
 Y no estaba muerto, no, no 
Y no estaba muerto, no, no
Que estaba tomando cañas”
Y ojalá que por  muchos años
Salud.