El comienzo de un nuevo año, me suele provocar una sensación similar a cuando comienzas la lectura de ese libro que has estado esperando con ansiedad y que , precedido de una intensa campaña publicitaria, ha generado ventas millonarias.
Aunque tu experiencia , como apasionado lector desde tu adolescencia, te hace dudar sobre si te impactará tanto como anhelas y si coincidirás o no con las favorables críticas recibidas .
Porque, como en otros aspectos de la vida, cada lector tiene su propio mundo interior, gustos y sensibilidad.
Y en el nuevo año, al igual que en la lectura, solo podrás comprobarlo a medida que vayas pasando pagina tras pagina, capitulo tras capítulo de tus próximos doce meses, donde todo tipo de situaciones pueden surgir, más o menos favorables o positivas.
Con una notable y significativa diferencia.
Al contrario que el libro, la vida te permite interactuar, tomar decisiones y variar el argumento en la medida de tus posibilidades.
Para lo cual, debes no solo gestionarlas, sino descubrirlas y potenciarlas.
No limitarte a rutinas aprendidas y descubrir otras nuevas variaciones, escondidas por tu propia autolimitación personal.
Y nuevamente existe un paralelismo entre la obra literaria y la vida.
En frase de Pablo Picasso:
" La creatividad existe, pero te tiene que pillar trabajando".
Gabriel García Marquez con un ritmo matinal de seis horas diarias, algo de descanso al mediodía y durante la tarde hasta casi entrada la noche, realizando correcciones de lo escrito durante la mañana, tardó un año y medio en finalizar "Cien años de soledad".
Tal como el mismo reconoció, en puntuales ocasiones el resultado era....de una sola página, por su autoexigencia ante el texto creado.
Todo ello, con una situación económica frágil, que le obligaba a retrasar pagos del alquiler de su vivienda e incluso en lo referente a alimentación.
El resto de la historia ya la conocemos.
Milllones de ejemplares vendidos hasta la fecha, traducción a prácticamente todos los idiomas y posterior concesión de Premio Nobel de Literatura en 1982.
Todo un ejemplo de talento, perseverancia y disciplina.
No se trata de convertir nuestra vida en un brillante éxito.
Ojalá fuese tan fácil.
Sino de tener la capacidad de reescribirla, cuando las circunstancias no son favorables.
Dependerá en gran parte de ti, que se transforme en una tragicomedia o en un ameno texto.
Y evidentemente, habrá ocasiones en las cuales te sentirás sin fuerzas para continuar escribiéndola.
Ese será el momento donde podrás comprobar tu fortaleza.
Y si te apasiona leer, los libros son un excelente punto de partida y apoyo en ese proceso.
Aunque, procura practicarla con criterio selectivo.
Porque, una vez más , mi admirado Woody Allen ironizó sobre ello en una de sus geniales frases:
" Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme "Guerra y paz", en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia".
Acompañado de mis mejores deseos para el próximo Año....anímate a reescribir tu vida.
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