Confieso que, llegadas estas fechas, mi sentimiento es agridulce.
Ese punto de arranque que significa la iluminación navideña, la invasión de mensajes publicitarios, el frenesí comercial de la compra de regalos, el tráfico imparable de la gran ciudad, me aturde y me altera.
Y te asaltan recuerdos de todo tipo.
Personas muy queridas que, lamentablemente, han desaparecido, nostalgia de momentos felices , autocrítica de errores cometidos y el inexorable paso del tiempo.
WhatsApp de personas con las cuales no has mantenido ni una llamada telefónica durante todo el año, a los cuales debes contestar educadamente, los recordatorios permanentes y advertencias de las autoridades sanitarias, en este atípico periodo que estamos viviendo, sobre riesgos potenciales, la exagerada subida de precios en los productos tradicionales de alimentación, etc.
Está claro que el problema, para los idealistas y románticos como yo, es el anhelar unas festividades más intimas, más tranquilas.
El abeto, una buena chimenea, un entorno rural apetecible, el olor de las castañas asadas, asistir a ese concierto en una vieja iglesia, son deseos que, posiblemente, solo están en mi imaginación.
Y una vez más, debe ser motivo de reacción y reflexión personal
Esa eterna lucha entre lo que se desea y la realidad, necesita de una rectificación.
Evidentemente, todos deseamos vivir en un mundo más amable, más sencillo, más tranquilo, menos problemático.
Eso sería lo fácil, lo utópico.
Pero el verdadero éxito es conseguir tu estabilidad, tu aceptación, tu evolución positiva, tu superación de los problemas cotidianos, independientemente de si el paisaje es o no favorable.
Y lo más importante, valorar lo que posees y apurar tu día a día, como si fuese el último de tu vida.
Hay un comentario que repito constantemente:
Antes de quejarte, date un paseo por los últimos titulares de los informativos . Te sentirás afortunado.
En base a alguna experiencia anterior en medios audiovisuales , siempre he sentido la curiosidad de poder crear un programa donde todo fuesen buenas noticias y testar la reacción de la audiencia.
Aunque, es posible que fuese un fracaso.
Iniciando , desde hace unos meses, una nueva etapa cuyos resultados son siempre impredecibles, deseo para todos los que tenéis la generosidad de leerme , que disfrutéis de todo lo positivo que encierra la vida, que vuestros proyectos se cumplan y sobre todo, larga vida.
Pero, siempre sin inclinar la cabeza.
Y a esos amig@s, que representan, junto con mi familia, lo mejor de mi vida, mi cariño y agradecimiento por estar siempre ahí.
Ante las dificultades, como dice la maravillosa canción cuya música fue compuesta en su día por Charles Chaplin, para su película “Tiempos modernos”, popularizada inicialmente por Nat King Cole y posteriormente grabada , entre otros, por artistas como Judy Garland o Sammy Davis Jr, ........”Smile"
Ya lo decía un antiguo slogan de una marca de moda francesa:
“ La vida es demasiado corta para vestir triste”.
Felices días y mejor Año nuevo.
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