Durante un largo período , tras un cambio importante , más en lo personal que en lo profesional, que conllevó el traslado a una nueva vivienda, inicie un punto y aparte todavía cargado de una simbólica mochila, donde se encerraban vivencias positivas, negativas, éxitos y fracasos , para iniciar un nuevo camino.
El comienzo no fue fácil
Ese empezar de cero, en un lugar donde todo tu entorno social es, lógicamente , desconocido y una sensación de aislamiento y soledad fue rápidamente superado gracias a una serie de personas que, transcurrido el tiempo, pasaron a ser amigas , gracias a las cuales se transformó y mejoró mi paisaje.
Una serie de circunstancias , por otro lado normales, provocan el inicio de una nueva etapa , un cambio de residencia y mi ausencia de Madrid.
Con las dudas habituales sobre donde reubicarte, búsqueda de nuevo hogar, perfil del mismo y como no , las limitaciones habituales presupuestarias de cualquier persona.
Gestionarlo no ha sido fácil, posiblemente no tanto por razones prácticas o de mercado, más bien por no tener muy claro cual debía ser mi hoja de ruta.
Nunca es mi intención, para quien tiene la generosidad de seguir este blog, el cual acumula al día de hoy , gracias a vosotros , mas de 57.000 entradas, de limitarme a describir mis vivencias , más bien intentar aportar reflexiones, basándome en las mismas
Y creo haber encontrado la clave de mi decisión final.
Hay muchas formas de construir tu vida, en base a tus personales circunstancias.
Mejorar tus carencias, apoyándote en quien, cariñosamente, te presta esa ayuda, pero cuya situación familiar, laboral y personal es totalmente diferente o diseñar tu propio edificio.
Siempre cuento, jocosamente, una anécdota sucedida en un viaje a Lanzarote.
Una de las rutinas turísticas es visitar la zona volcánica de Timanfaya y el ofrecimiento de realizar una ruta en camello, aunque realmente son dromedarios , dado que poseen una sola joroba.
Por curiosidad y dado que ya lo había hecho en Egipto, me apunte.
Con un solo problema.
Como es lógico, montas en pareja, para equilibrar el peso sobre el animal.
Pero yo era el único que iba solo. Afortunadamente, una incorporación de última hora, de otro turista, me permitió realizar la ruta.
Todavía recuerdo con una sonrisa, la frase reiterada del guía:
“ ¿ Donde ponemos a Charly”. Que es el disminutivo habitual, que utilizo, dado que José Carlos es menos “retenible”.
Y sigo estando ....no emparejable.
No es solo una divertida anécdota.
Lo cito, porque creo que es el momento de reconstruir mi edificio y complementarlo de forma diferente a lo realizado anteriormente.
Quizás puede ayudar a todos aquellos que, estando en plena deriva, solos o acompañados, les haga recordar que siempre hay un día y una hora para modificar su ruta.
El Diccionario de la RAE, define reconstruir, como:
“Unir, allegar, evocar recuerdos o ideas para completar el conocimiento de un hecho o el concepto de algo”.
Y si, por casualidad, eres aficionado al senderismo sabrás , mejor que yo , que uno de los mayores riesgos de tropiezo es mirar hacia atrás.
Ya lo dijo , el gran poeta Antonio Machado:
” Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar"
Eso si, con el dulce sabor de boca, de que yo me marcho, pero mis amigos siempre estarán conmigo.
Para ellos y quienes me leen..... gracias, salud y larga vida.
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