No hay nadie perfecto.
Todos podemos fallar , equivocarnos, tropezar e incluso dañar a alguien, aunque esa no sea nuestra intención real.
Sabiéndolo, entre mis normas de ética y vida, he procurado practicar la tolerancia, la comprensión y el respeto a las decisiones ajenas, aunque me perjudicasen y no las comprendiese.
La vida no es una película, en la cual el guionista define de antemano como va finalizar su historia.
Está llena de luces y sombras, de buenos y malos momentos, de éxitos y fracasos.
Todos lo sabemos, en base a nuestra mayor o menor experiencia y yo lo aprendí hace tiempo.
Lo que nunca se debe tolerar y en ningún caso perdonar es el daño injustificado, estúpido, frívolo e irresponsable.
Y realizado con egoísmo , falta de respeto hacia la otra parte, desprecio hacia la misma, irresponsabilidad y ausencia de clase, de categoría humana.
SI ello vale para un negocio o un proyecto es mucho más grave, cuando se trata de las relaciones personales.
Pero, lamentablemente, sucede.
Y permite conocer ese otro lado, oculto hasta el momento, de una persona y la define claramente, la desnuda.
Ha habido un reciente caso, donde la parte perjudicada es muy próxima a mi.
Superado el asombro ,la indignación y el enfado, prefiero realizar una lectura positiva.
Alguien que se quita la máscara ,se muestra tal como es y demuestra su ausencia de valores, no debe formar parte del día a día de nadie y menos de alguien querido.
Aunque inicialmente no lo parezca y haya que superar esa dura situación la vida te está haciendo , una vez más, un regalo.
Porque esa cara oculta, más tarde o más temprano, aparecería y lo haría con mayor intensidad , con mayor dureza.
El hierro se forja golpeándolo, hasta que alcanza su belleza final.
Y con el se construyen, entre otros, hermosos edificios.
El tiempo, el sabio tiempo, colocará las piezas en su sitio, como de costumbre.
Hasta que llegue ese momento, ese hermoso momento donde ,desde la distancia, se podrá sonreír a la compleja vida y darle las gracias.
Solo hay que esperar, saber esperar.
Tiempo al tiempo.
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