Uno de los varios relatos que he rescatado de mi Mac, nunca publicado.Lo he fragmentado en tres partes, para facilitar su lectura. Confío que os guste.
El bloqueo era total. No comprendía que estaba pasando. Su estado empezaba a rozar la histeria, viendo que su creatividad había desaparecido.
Al constatar que, una vez más, empezaba a iniciarse un fuerte dolor de cabeza y tras tomar una intensa ducha de agua caliente, decidió salir a dar un amplio paseo, en un intento de encontrar la tranquilidad que necesitaba.
La tarde, despejada y tranquila, anunciaba el escaso tiempo que quedaba para el inicio de la primavera.
Fue caminando sin rumbo fijo hacia el centro de la ciudad.
Paró en una librería que había sido recientemente inaugurada y se distrajo repasando las últimas novedades publicadas.
Al cabo de una hora, continuó su caminar satisfecho de comprobar que la misma magia y satisfacción por los libros que sentía desde su infancia, se mantenía incólume.
Porque desde que tuvo uso de razón, Jorge Azcona había querido ser escritor.
Finalizada su Carrera de Periodismo, en la Facultad de Ciencias de la Información y tras un amplio periplo por todo tipo de publicaciones y trabajos escasamente remunerados, había conseguido ingresar en uno de los periódicos de tirada nacional más leídos.
En los años transcurridos desde su ingreso en el periódico, pasó de ser un joven prometedor y con ambiciones a convertirse en un excelente profesional, después de recorrer sus principales áreas.
Satisfechas sus necesidades económicas y cotidianas, decidió que había llegado el momento de dar cumplimiento a su verdadero sueño : ser escritor
Recordó que las innumerables obras que había consumido durante todos esos años, le habían otorgado una amplia visión de lo que estaba triunfando en los diferentes países. Ello incluía los fenómenos puntuales de millonarias ventas, producto de la suerte, la casualidad o de una hábil campaña de marketing.
Después de tantear diversos géneros logró al cabo del tiempo y con una pequeña editorial, la edición de dos de sus obras.
A petición suya, fueron publicadas bajo seudónimo.
Si bien no alcanzaron grandes tiradas, recibieron una acogida satisfactoria, tanto por parte de los lectores como de la crítica especializada.
Por tanto, consideró que había llegado el momento de dar el salto final.
Solicitó un periodo de excedencia de su periódico y se recluyó durante casi un año en una casa rural, que previamente había alquilado.
Finalizado ese periodo, culminó la que esperaba sería su obra de consagración.
En " La iglesia del misterio", título escogido para bautizar su obra, de más de 400 páginas, había incorporado todos aquellos ingredientes que consideraba podían contribuir a su éxito:
Ritmo ágil, intriga, excelente documentación y como no, la correspondiente dosis de sensualidad, que siempre atraían al lector, particularmente el masculino.
Finalizado el manuscrito regresó, con cierto pesar, a sus obligaciones cotidianas, consciente de que la situación que había vivido durante todo ese tiempo, no iba a repetirse en su vida con la misma frescura e intensidad.
Unos días después conoció a Nina Hurtley.
Nina, de padre inglés y madre española, tras haber trabajado durante varios años en las principales agencias editoriales del país, había decidido montar la suya propia.
En poco más de un año de actividad, su nombre había empezado a circular entre los profesionales de la escritura, como una persona íntegra y perfectamente preparada, con un conocimiento del mercado tanto nacional como extranjero exhaustivo.
Ello le había permitido representar a varios de los jóvenes valores que, aún no alcanzando cifras extraordinarias de ventas, estaban empezando a revolucionar el panorama literario.
Después de una intensa charla con ella, donde Jorge Azcona pudo ratificar todo aquello que le habían comentado, firmaron un contrato de representación.
El resultado fue sorprendente para él.
En escasos meses, su Agente había conseguido un excelente contrato con una de las principales editoriales, que parecía dispuesta a apostar firmemente por su obra.
Después de algunas correcciones sugeridas por los editores y tras una intensa preparación de la futura campaña de marketing, " La iglesia del misterio", fue lanzada con una tirada inicial de 10.000 ejemplares, cifra más que considerable para una primera obra.
Con gran estupor y satisfacción por parte de Jorge, la primera edición se agotó en escasos días.
En poco tiempo su obra se situó entre los cinco libros más vendidos del país e incluso hubo negociaciones, que finalmente no fructificaron, para ser vendidos los derechos para su adaptación cinematográfica.
Nina estaba entusiasmada.
Semanas después le anunció que " La iglesia del misterio", iba a ser traducida a varios idiomas, lo cual podía convertirse en el primer paso para una carrera de proyección internacional.
Dado el satisfactorio resultado obtenido, comenzó a preparar y documentarse sobre el contenido de su próxima obra.
Después de un largo periodo de incubación y precedida de una fuerte campaña de lanzamiento,"Apocalipsis" “, que fue el título definitivamente escogido, fue publicada en pleno período navideño.
Se convirtió en uno de los libros más vendidos, llegando a alcanzar 20 ediciones. Al igual que la anterior, fue posteriormente editada en la práctica totalidad de países europeos.
Jorge Azcona supo que su sueño se había cumplido.
A partir de ese momento, redujo su relación con el periódico a algunas colaboraciones puntuales y dedicó todo su tiempo, esfuerzo y capacidad a consolidar su ya brillante trayectoria. ¡Por fin podía decir que era escritor!
Transcurridos unos meses, mantuvo una amplia entrevista con su agente.
Con su asesoramiento e información, comenzó a preparar el proceso a seguir para librar la verdadera batalla: conseguir entrar en el complejo y competitivo mercado estadounidense.
Llegado el día previsto y dado que llevaba varios días con enormes dudas sobre el argumento de su próximo proyecto, se sentó delante de la pantalla de su ordenador e intentó dejar su mente en blanco.
Transcurridas varias horas y después de fallidos intentos, decidió abandonar por ese día, ya que parecía que su mente se había bloqueado.
Lo atribuyó a la tensión y responsabilidad que para él representaba el nuevo reto. Sin embargo, una semana después la situación era similar.
Ante la desesperación de Jorge y su ,cada día . mayor nerviosismo constató que no había ni una sola idea que le pareciese satisfactoria.
Algunos intentos iniciales, habían finalizado con un ataque de ira, borrado de archivos y una honda sensación de fracaso.
La situación comenzó a empeorar, cuando al cabo de varias semanas, tuvo que improvisar una serie de mentiras con Nina.
Le había llamado para conocer los avances realizados e informarle que estaba en contacto con una de las principales editoriales norteamericanas, que estaban sumamente interesados en ser los responsables de su lanzamiento.
Toda la alegría que ella transmitía, le provocó un mayor pesimismo por su parte y una honda preocupación.
¿Que estaba ocurriendo? ¿Era una crisis pasajera o se le habían agotado sus ideas?
CONTINUARA......
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