Se acabo.
No confundamos la educación con la claridad de expresión.
Estamos todos contagiados de ese eufemismo de hablar, pensar y expresarse de forma "políticamente correcta".
Estoy harto de :
- Gobiernos de todo tipo de ideología que nos engañan, nos desprecian, olvidan el interés común y solo están especializados en engordar sus bolsillos a costa del ciudadano.
- Los medios de comunicación, que solo saben servir de vehículo y correa de transmisión de los grupos económicos y políticos que les alimentan, falseando y tergiversando la realidad y contribuyendo a la desinformación del pueblo.
- Los que opinan indiscriminadamente , tanto en tertulias audiovisuales , donde defienden los intereses de su amos, como a pie de calle, hablando de todo tipo de temas, sin informarse, contrastar información y dado su bajo nivel cultural, intentan disimular su ignorancia con frases rimbombantes y datos , a veces, premeditadamente erróneos.
- El contenido, los participantes, los presentadores y los colaboradores de los llamados programas del corazón, que practican, convenientemente remunerados , el aborregamiento premeditado del espectador.
- Los que critican ese tipo de programas pero, hipócritamente, los ven y contribuyen a elevar su audiencia.
- Los pseudo intelectuales, que no leen, no aman el arte, no se cultivan y desprecian internamente cualquier forma de expresión que se salga de los cauces burgueses y convencionales.
- Los que se denominan progresistas y de izquierdas, mientras practican el mismo modelo de vida capitalista, que tanto parecen despreciar.
- Los llamados amigos , que toman de vez en cuando un café contigo para hablar de banalidades, pero no te apoyan en los malos momentos, no te respetan y no te aceptan tal como eres o solo les sirves para combatir su rutina y aburrimiento.
- Las parejas que, bajo un barniz de supuesta felicidad, esconden socialmente su amargura y desencanto ante una relación que les oprime y no tienen la valentía de poner fin a esa situación.
- Los que critican a los homosexuales , cuando mantienen a escondidas ese mismo tipo de prácticas, sin atreverse a salir del armario.
- La Iglesia católica que, tras una fachada de supuesta espiritualidad, esconde la mayor multinacional de la Historia , incrementando año tras años sus espectaculares beneficios e intenta ocultar sus permanentes escándalos, mediante hábiles campañas de marketing.
- Los autodenominados católicos, que son incapaces de practicar en el día a día, sus supuestas bondades , sin el más mínimo sentido de solidaridad social y convencida xenofobia.
Y estoy en constante pelea conmigo mismo , para evitar contagiarme de todo lo que critico y al menos ser coherente, con mi verdadera forma de pensar.
No quiero decir que soy libre.
Quiero demostrarme que lo soy.
En ello estoy.
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