YO TENGO UN SUEÑO

Yo tengo un sueño......

Así decía Martin Luther King en su ya histórico discurso, pronunciado el 28 de Agosto de 1963, desde las escalinatas del

Monumento a Lincoln, durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad. Momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles.

Y curiosamente, es lo mismo que de forma consciente o subliminal piensan muchos millones de ciudadanos, particularmente los ya que han recorrido una gran parte de su trayectoria.

Aquellos que, al comienzo de su vida como adultos, eran capaces de ilusionarse, sonreír y vibrar ante las posibilidades que, aparentemente, les deparaba el futuro.

Avidos de sensaciones, llenos de fuerza y con energía infinita comenzaron su periplo profesional, vital y personal incorporandose en mejores o peores condiciones al mundo laboral, conscientes desde el primer momento de que no sería una trayectoria fácil, pero si alcanzable.

Y esa ilusión, esa fuerza se fue debilitando paulatinamente.

No cuestionaron en ningún momento el mensaje que habían recibido de sus progenitores.

Lucharon por mejorar su situación económica, crear una familia, tener hijos, educarlos, proporcionarles las mejores herramientas a su alcance para que pudiesen   competir con solidez cuando llegase su momento.

Y todo ello a base de pequeños o grandes sacrificios, renuncias, ahorro, equilibrios domésticos para ajustar su presupuesto mensual y muchos años de trabajo  sobre sus espaldas, a veces mal remunerado.

Y transcurridos los años, cuando su mente comienza a hacer balance de esa trayectoria no pueden por menos que repetir 

Ayer tuve un sueño....y esta es mi realidad.

Muchos años de despilfarro, inepta gestión, políticas desorientadas,  degradación del Sistema invadido por corruptos individuos que solo han hecho imitar burdamente las sofisticadas formas del Gran Capital, han llevado al país a una situación límite, con la mayor tasa de paro europea y toda una nueva generación, mejor formada que nunca,  que deambula buscando un trabajo mínimamente digno o emigra buscando nuevos horizontes, en una moderna versión de lo que hicieron sus antepasados cuando,  todavía en peores condiciones, intentaban ganarse la vida en la siempre todopoderosa Alemania.

Y el ciudadano medio no puede por menos que admitir su fracaso.

Porque a todo ello se une  su inconsciente y paulatina integración en la despersonalización de una sociedad cada vez mas consumista, más frívola, más materialista.

Los niveles de satisfacción se reducen a una acumulación desmesurada de todas aquellas tentaciones tecnológicas que la incansable industria pone ante sus ojos:

Si no tienes el último modelo de smartphone, tablet o videojuego, si en tu casa no dispones de una espectacular televisión de infinitas pulgadas, si  no conduces un vehículo de alta gama y cuentas las excelencias de tu último exótico viaje , a países de los cuales solo te llevas innumerables fotos para exhibir ante los amigos, donde nadie conoce con profundidad la amplia cultura que encierran o su historia ..........no eres nadie.

Y todo se reduce a charlas intrascendentes sobre el último partido de fútbol, los programas de corazón, o la escandalosa situación de la amiga de turno que, aburrida de soportar a su mediocre, aburrido e inaguantable marido, ha decidido separarse y vivir nuevas experiencias con un apuesto italiano o similar que, al menos la hará vibrar de pasión y nuevas emociones.

Y llegas a la conclusión de que, en realidad, no tuvieron un sueño.... lo imaginaron.

Porque el que verdaderamente cree en un sueño , pelea, lucha, se desmarca de la rutina, arriesga, es romántico, vibrante, incansable, luchador ,idealista.....

 Y ya antes de empezar sabe que los sueños hay que perseguirlos hasta la extenuación, que nada es fácil, que el camino será duro, que encontrará múltiples dificultades  y puede ser  inalcanzable pero.....al menos lo intenta.

Y llegará al final con la satisfacción del que fue coherente con su pensamiento , que luchó, amó, pensó y vibró durante toda su vida .

E independientemente de los resultados, recibirá el mejor elogio que pudo desear.

Siempre fue un soñador.......