Evidentemente todas ilegales.
Pero nunca aparece la más extendida entre la población desde el inicio de los tiempos. Al alcance de cualquiera o al menos de quién tenga necesidad de probarla.
Se adentra en tu organismo silenciosa y paulatinamente. Y cuando quieres reaccionar....estas enganchado.
Y pones todo tu empeño en desintoxicarte pero es inútil .
Es demasiado poderosa, demasiado intensa, demasiado fuerte.
Todo tu raciocinio, tu inteligencia, tu experiencia...no sirve de nada.
Y te rindes. Aceptas la esclavitud aún siendo consciente del perjuicio que te ocasiona.
Y a pesar de ello...la disfrutas.
Te despojas de tu armadura, arrojas tus armas y te rindes . Es más fuerte que tú, más poderosa.
Quien lo probó ...lo sabe.
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