sábado, 19 de julio de 2014

PERFECCION





Hace poco me hicieron una pregunta: ¿ Cual es para ti la mujer perfecta?
No pude por menos que sonreír. ¿Perfecta? O sea....que existe la perfección....
¡ Que  ingenuidad! No existe el hombre o mujer perfecto. Y todos lo sabemos.
En ese proceso atávico que es la atracción entre personas de distinto o igual sexo, hay muchos aspectos que se entremezclan y desvirtúan el  profundo concepto de una relación de pareja.
El inicial es la atracción física. Tiene un componente puramente estético e implica un sentimiento de posesión. Queremos tener ese modelo de mujer, de la misma forma que nos gustaría poseer un  automóvil que hemos admirado en una revista, una fabulosa casa o cualquier otro objeto atractivo que la hábil sociedad de consumo nos incita a adquirir y en la mayoría de los casos, frustra a la persona, por inalcanzable.
El verdadero amor no se puede comprar. Y nos olvidamos de lo principal. Que amar es compartir, pero no poseer.Que todo individuo necesita libertad y no obligación. Que nuestro espacio físico e interno es necesario e innegociable. Que una relación ni puede ni debe estar marcada por reglas externas o sociales.Que una pareja es la unión de dos individualidades, no un totum revolutum. Que necesitamos crecer por nosotros mismos respetando la evolución personal, tanto propia como ajena.
No siempre es así. Todos incurrimos en ese tipo de errores y solo el tiempo, el inexorable tiempo, reubica y consolida o separa cualquier unión. 
Sería hipócrita minusvalorar la estética. A todos nos gusta una persona atractiva a nuestro lado. Pero esa es la parte más frágil de un sentimiento. Porque esa persona, al igual que tú, sufrirá un deterioro lógico con el paso de los años .Si  has hecho la elección adecuada, valoraras mucho más  toda la riqueza que encierra su personalidad, la complicidad generada a  través del tiempo,el respeto y cariño acumulado, la aceptación de los mutuos defectos, compensados por sus  virtudes.
Un proyecto de vida no consiste únicamente en la oficialización del matrimonio, la posible descendencia o un mejor o peor nivel  económico.
Justamente,  en los inevitables malos momentos que surgen en el transcurso de una vida es cuando  más apreciarás  el apoyo, comprensión y ayuda que si has elegido sabiamente encontraras en tu compañer@ de viaje.
Dicho esto, puedo intentar encontrar una respuesta a esa ingenua pregunta formulada:
¿ Cual es , para mí, la mujer perfecta?. Aquella que, incorporando todos los matices anteriores, se sienta ORGULLOSA de que sea yo el que este a su lado compartiendo todos los días de nuestra vida.....Y viceversa.



domingo, 6 de julio de 2014

ESPERAR







 A veces un hecho aparentemente rutinario como es la llegada del buen tiempo,  mañanas llenas de sol, largas y cálidas noches de verano etc. provoca  ideas en tu mente que te hacen reflexionar:
 Has estado todos los inviernos de tu vida esperando que llegue ese momento.
Y te recuerda que la vida es una continua e interminable espera. 
Esperas crecer, ser "mayor",  ponerte pantalones largos,fumarte tu primer pitillo ,sentir la atracción del sexo opuesto.
 Esperas encontrar ese gran amor que ves reflejado en los libros,en  las películas , en las charlas ajenas. Y  comienza a inquietarte el  asegurar un buen futuro profesional .  Te preparas, estudias y luchas para conseguirlo.
 Esperas consolidar esa relación incipiente que empieza a formarse.
Llega el matrimonio, los hijos, una primera vivienda y diferentes responsabilidades.
Y la espera continua. El deseo de alcanzar una mejor situación económica,  más espacio, mejor ubicación, mayor calidad de vida para tu familia.
Esperas lo mejor para ella, que consigan sus propios objetivos, muy similares a los tuyos.
Esperas, esperas, esperas......
Y cuando piensas que la espera ha terminado, nuevos factores entran en tu vida que desequilibran lo conseguido, te obligan a volver a empezar y provocan.... nuevas esperas.
Tan normales y humanas como recuperar tu estabilidad personal, reacomodarte a tu nueva situación, asegurar tu día a día.
Cuando todo ello parece normalizarse, te das cuenta de que sigues esperando.
No sabes muy bien que. A veces la culminación de un nuevo proyecto, el ingenuo deseo de recuperar la ilusión perdida en tu camino, el creer que tu cerebro está inconscientemente abierto a nuevas expectativas.
Y te cansa la espera.
Porque mientras esperas, el inexorable calendario sigue avanzando.
Si observas tu paisaje de forma objetiva, asumes que no eres capaz de modificarlo tal como te lo imaginas, aceptas que toda tu energía no es suficiente para cambiar la realidad.
Y a pesar de ello...ingenua,infantil , románticamente y por  puro instinto de supervivencia.....sigues ESPERANDO.