Pido disculpas por el fácil juego de palabras, pero imagino que esa habrá sido la exclamación que habrá surgido de las brillantes mentes de los responsables de RTVE cuando han presenciado el triunfo de Austria en Eurovisión , protagonizado por Conchita Wurst ( wurst significa salchicha en alemán) ese revolucionario personaje creado por la inquieta mente de Thomas Neuwirth, el verdadero nombre del interprete.
Confieso que no soy precisamente fan de Eurovision donde el apartado musical queda minusvalorado y se sustituye por el pasteleo político a la hora de emitir los votos de los distintos bloques que conforman la actual Europa. Pero es imposible ignorar un evento televisivo que el pasado año fue presenciado por más de 170 millones de personas y que goza de una espectacular producción y realización de altísima categoría.
Reconozco el mérito de la televisión pública austriaca al apostar por un artista que , caso de no haber conseguido el triunfo, podría haber sido objeto de las mas feroces críticas.
Y entiendo la emoción del interprete el cual ,aún habiendo disfrutado de momentos de popularidad al participar en un concurso de talentos en el año 2006, donde quedo en segunda posición y que le impulso a crear una banda , esta se disolvió en el primer año.
A pesar de ello no se rindió y siguió creyendo en sus posibilidades.
Tras cinco años de absoluto olvido , viviendo de su trabajo de escaparatista, siguió luchando para conseguir el éxito.
En el año 2011 probo de nuevo, ya revestido de su nuevo personaje en el "Tu si que vales" austríaco, donde impresiono al jurado por su calidad vocal y le hizo recuperar la popularidad perdida.
Su triunfo es algo más que una demostración de tolerancia o respeto a las minorías sociales.
Soy el primero en discrepar de cierto tipo de mascaradas que, más que ayudar a la integración homosexual en la sociedad la perjudican.Opinión que es compartida por una amplia mayoría de los propios homosexuales.
Pero si valoro el triunfo de la voluntad, del si quieres puedes, de que nunca hay que rendirse ante las dificultades, de que si no crees en ti mismo difícilmente creerán los demás en ti.
Y en este caso el medio elegido, absolutamente provocativo, hay que analizarlo en ese sentido y no quedarse en la pura imagen y estética.
Aunque me queda una duda: ¿ Que estarán pensando las arriesgadas y liberales cabezas de RTVE como estrategia para la próxima edición ?
Conociendo su vanguardismo y amor al riesgo .....miedo me da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario