sábado, 13 de abril de 2013

GUION






Después de varios intentos, nunca materializados y conjuntamente con un amigo que cuenta en su haber con varios libros publicados y traducidos a diversos idiomas, he decidido unirme al siempre creativo proceso de escribir un guión que, si los hados nos sonríen, debería materializarse en una película de aceptable presupuesto y con vocación internacional.
Las probabilidades son escasas pero quiero ser fiel a mi forma de vivir: NO LO INTENTES, HAZLO.
Cualquiera que lea estas líneas y que tenga cierta dosis de creatividad valorara, razonablemente, lo atractivo del tema.
Y lo es.
 Pero también un reto personal, donde te enfrentas al arduo trabajo de escribir una historia, partiendo de una idea base que, con gran esfuerzo hay que desarrollar y hacerla creíble, no solo para ti sino para el principal destinatario, es decir la productora y  consecuentemente el espectador.
Ahí no hay disculpas. Los amantes del cine y yo lo soy, hemos salido muchísimas veces decepcionados de una sala , al comprobar que las expectativas que nos había generado una película no habían sido cumplidas.
Cierto que no siempre es atribuible al contenido.
Pueden concurrir numerosos factores:
Una mala interpretación, desafortunado enfoque del director, falta de medios para publicitarla....pero la base es el guión.
Una buena historia, incluso mal desarrollada, al menos puede calificar a la película como aceptable o interesante, aunque frustrada.
Y ahí es donde comienza el reto: ¿ Soy capaz de captar la atención del espectador? ¿ Tengo las ideas claras pero no se expresarlas? ¿ Poseo la habilidad suficiente pero no soy capaz de instrumentarla y visualizarla?
Porque un guión no es una novela.
 Hay que dotarlo del lenguaje audiovisual necesario donde, como cualquiera entenderá, las imágenes deben expresar más que las palabras.
Y sin embargo, no hay buena película sin un buen guión.
Pero no escribo estas líneas para autopromocionarme.
Es inevitable su comparación con la vida, con NUESTRA vida.
Ahí si que no hay guión preestablecido, aunque a veces lo parezca.
Si es cierto que la sociedad, intenta, sin conseguirlo, que te atengas a el.
Te induce, de forma más o menos subliminal, a seguir las pautas establecidas.
Debes crecer, formarte, constituir una familia, tener descendencia, aceptar sumisamente tus condiciones laborales o los cambios, mayoritariamente desfavorables, que el Sistema se encarga de introducir.
Pero todavía hay personas que no quieren seguir al rebaño, que tienen su propia concepción de la vida, que piensan, reflexionan e intentan desbrozar el trigo de la paja.
Pueden ser calificados de inadaptados, rebeldes o incluso antisistema. 
Y de hecho, los hay, aunque su enfoque se centre en un concepto equivocado de como ejercer su independencia.
Practicar la libertad de pensamiento o la rebeldía no es incompatible con realizarlo de forma pacífica.
 Es, más bien, una aptitud ante la vida.
Pero, escribir un guión, también tiene sus limitaciones.
Como producto comercial, el enfoque está condicionado por el contenido, por sus posibilidades e incluso por un estudio de mercado.
Pero, al menos por un tiempo, voy a permitirme el lujo de instrumentar la vida de un personaje ficticio, donde seré yo el que decidirá su presente, su trayectoria y su final.
Y envidiare el no poder ser uno su propio guionista y tener que confiar en el siempre impredecible...... DESTINO.





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