No se si los años contribuyen a desarrollar tu espíritu crítico, te hacen menos tolerante o más snob.....pero cada vez encuentro a mi alrededor un mayor halo de mediocridad.
Esta afirmación puede sonar pedante o soberbia.
Es como intentar demostrar que eres un individuo superior al resto.
Y todo lo contrario.
Me considero una persona normal, con amplia experiencia profesional, aceptable cultura y con un permanente deseo de regeneración personal, de ampliación de mis conocimientos, de mantenerme al día correctamente informado , intentando desarrollar mi propia opinión sobre cualquier terreno, cribando la siempre interesada y poco objetiva información de los medios de comunicación.
Y me juzgo , duramente, más por lo que desconozco que por lo que conozco.
El resultado me suele confirmar el largo camino que me queda por recorrer.
A pesar de ello, encuentro que la mediocridad es la nota dominante.
Esta sociedad, hábilmente manejada, a pesar del duro momento actual y siempre hablando de grandes colectivos, centra su atención en elementos de distracción o consumo, que no aportan nada al desarrollo del individuo.
Cuando observo las audiencias de determinados programas de televisión, las conversaciones banales que escuchas en cualquier ámbito, la falta de interés por la buena literatura, la ignorancia de nuestra propia historia como país, las excelentes películas independientes que pasan absolutamente desapercibidas, la falta de apoyo gubernamental sobre la cultura, las exposiciones que, puntualmente, provocan aglomeraciones , fomentadas por hábiles campañas de marketing, las cuales se visitan porque "hay que verla", cuando la mayoría de esos ciudadanos no han dedicado ni unos minutos de su tiempo a visitar el maravilloso Museo del Prado o no han profundizado en la vida y obra del artista cuya macro exposición acaban de ver, sus técnicas , su estilo, el porque de su importancia en la Historia del arte ......
Y si alguna duda te queda, intenta desarrollar una conversación a la antigua usanza, en lo que antes se denominaban tertulias de café y que algunos acusan de conservadoras, desvirtuando la parte positiva que contiene ese termino.
A los pocos minutos, uno o varios de tu entorno, aburrido, desviara la atención para comentar el último partido de fútbol, el pseudo escándalo destapado en un programa de corazón, o cotilleos de índole pólitica, pero sin profundizar en el verdadero problema de los mismos.
Parece más importante descubrir una supuesta amante del Rey y frivolizar sobre ello, que analizar el uso de las arcas públicas y la falta de transparencia sobre las mismas.
Es fácil acusar al Sistema de dicha degradación, pero nadie quiere aceptar la sumisión individual y colectiva por parte del ciudadano.
Se ha perdido nuestro espíritu innato de rebeldía , tan políticamente utilizado cuando, de forma demagógica, es enarbolado por el orador de turno apelando a nuestra Historia.
Es obvio que este comentario no puede ni debe ser generalizado.
Pero para encontrar la siempre positiva excepción, hay que refugiarse en círculos lamentablemente minoritarios que, en una desigual batalla, se esfuerzan por mantener y recuperar el concepto de CULTURA.
Y valorar los esfuerzos que realiza una juventud desencantada, para manifestar su descontento por la situación actual, aunque lamentablemente no se traduce en cambios significativos del esquema actual.
Siempre me viene a la cabeza que un programa cultural llamado "Apostrophe" dirigido por el ya mítico Bernard Pivot, estuviese durante muchos años obteniendo altos indices de audiencia en la televisión francesa ....y en "prime time".
Aquí nos conformamos con "Salvame de Luxe" o similares.
ASI NOS VA
