La vida es un tren de amplio recorrido, con múltiples paradas y cambios de estación.
Cuando, erróneamente, piensas que lo has completado un nuevo paisaje aparece en tu camino.
Y con el, nuevas incógnitas, nuevas decisiones, nuevas experiencias.
Supongo que depende de la personalidad de cada uno pero ello me motiva, quizás por mi constante rechazo a la rutina.
Finalizada una larga y complicada etapa personal y previa desconexión, mediante unos días de playa, pasas hoja y pones un punto y aparte .
La verdadera realidad, durante unos días olvidada, vuelve a aparecer delante de ti.
Un derrotismo, claramente justificado por los últimos acontecimientos, invade los medios de comunicación.
Aparentemente, la vida gira a tu alrededor con relativa normalidad.
Parques, terrazas, centros comerciales mantienen el ritmo habitual.
Se palpa una necesidad de distracción y escapismo que, recuerda a la reacción sociológica que los interesados en la Historia, comparan con la vivida anteriormente cuando los países se han visto sacudidos por crisis, guerras o catástrofes.
Y al mismo tiempo un derrotismo general, acompañado de la confianza de que un ente invisible nos libere del pesimismo, los problemas y pase la tormenta.
Craso error.
En un una gran parte de la población, obviamente la más madura, es el reflejo de 40 años de dictadura, donde "alguien" tomaba decisiones por nosotros, sin que se pudiese influir en ellas.
Pero no es el caso.
Afortunadamente, ese tiempo pasó y pese a nuestro aburguesamiento general, deberíamos tomar conciencia que ser ciudadano, no es ser cortesano o súbdito de nadie ni de nada.
Y que practicar ese derecho no consiste en introducir una papeleta cada cuatro años en una urna electoral.
Hay que votar todos los días, con nuestra involucración social, con nuestro discernimiento, creando nuestra propia opinión, sin dejarnos influenciar por la supuesta independencia de los medios, siempre influenciados por todo tipo de intereses ideológicos y económicos.
VIVIR no es pasar. Es un reto atractivo, maravilloso, interesante y muchas veces complicado.
Si no quieres MORIR anticipadamente, si quieres terminar con la sensación de que pese a todo ha merecido la pena el recorrido:
PIENSA.... Y ACTUA
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