Ya ha empezado el bombardeo.
14 de Febrero, San Valentin, Día de los enamorados.
El Sistema se pone en marcha y te recuerda obsesivamente que es el momento de regalar a tu pareja, demostrarle así que tus sentimientos son profundos, que es el hombre o la mujer de tu vida, que no puedes vivir sin su compañía.
Y mientras, los mercaderes del templo se frotan las manos a ver si ello les ayuda a mejorar sus ventas y paliar la maldita crisis.
Y cuidado con fallar. Tu pareja nunca comprenderá que no te unas al amplio colectivo que se devana los sesos intentando encontrar ese objeto acorde con tu presupuesto y que complazca a la persona amada.
Aunque se supone que lo importante es la intención, pragmáticamente solicitaras el llamado ticket regalo, ante la duda de no haber acertado plenamente.
Al mismo tiempo, un cierto complejo personal te reprimira intentando no caer en la cursilería rosa y bobalicona.
No dejo de encontrar cierto paralelismo con los tópicos sentimientos navideños.
En ambos casos, hay que demostrar que en un día determinado eres una persona atenta y sensible, llena de amor.
¿ Cuanto hay de rutina y obligación social?
¿ Cuanto hay de rutina y obligación social?
¿ Cuantos de esos regalos serán entregados mientras uno (o ambos) consultan el móvil, para comprobar si hay algún mensaje de esa relación furtiva?
¿ Que porcentaje de sinceridad contienen esos gestos, si en tu interior llevas largo tiempo reflexionando sobre una posible ruptura ?
¿ Cuantas personas deciden que no son ni serán capaces de tomar esa decisión y finalizaran su vida con alguien que no soportan?
Y sin embargo.......
No hay porque dudar de que , independientemente del oportunismo comercial, muchas buenas gentes lo hacen porque lo sienten, manifiestan sus sentimientos de dicha forma y su amor es sincero.
Por mucho que te irriten las formas y las imposiciones sociales, un sentimiento de cierta envidia te invade, al comprobar esa trampa anual.
Y de repente recuerdas cuando has compartido besos , puestas de sol , la maravillosa voz de Billie Holliday , la admiración ante el Cristo de Velázquez en el Prado, unas copas de buen vino o pasear por los rincones de Rascafría en una hermosa noche de verano.
Y de repente recuerdas cuando has compartido besos , puestas de sol , la maravillosa voz de Billie Holliday , la admiración ante el Cristo de Velázquez en el Prado, unas copas de buen vino o pasear por los rincones de Rascafría en una hermosa noche de verano.
Ya has olvidado el último beso de amor que recibiste, el tiempo que llevas sin abrazar con sinceridad el cuerpo de una mujer, la maravillosa sensación de dejar una simbólica flor en la almohada de tu pareja, después de una noche de pasión.
Y sobre todo ello, sobrevuela un pensamiento:
Esto es la vida y no una película . No solamente ya no lo tienes , sino que es casi imposible que lo vuelvas a sentir.
Y con el deseo de que, a pesar de tu innata testarudez , te gustaría equivocarte, te introduces en tu cama, anhelando que llegue pronto el benéfico sueño.
¡¡ SAN VALENTIN !!
Te equivocas Charlie. En el AMOR no existe la lógica, así que no comparto tu visión derrotista ante la posibilidad de reencontrarlo.
ResponderEliminarMe parece correcta y acertada la introducción del texto pero por mucho que te disguste el día de S. Valentín no tiene nada de maldito.
Recapacita sobre el cambio del que tanto hemos hablado, de tus chakras cerrados a voluntad y luego dime si tiene sentido lo anteriormente escrito.
Bss
Gracias una vez más. Tu comentario me ayuda a reflexionar.... y a VIVIR....
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