Y se inicia el éxodo.
Como un rito pagano, las puertas de la cárcel urbana se abren temporalmente para permitir que, por unos días, el ciudadano goce de un merecido descanso, intente combatir la rutina y aislarse de sus problemas.
Algunos lo conseguirán.
Otros, repetirán miméticamente el ritual veraniego en playas aglomeradas, ignoraran el entorno cultural que su temporal lugar de residencia les permitiría conocer, intentarán abordar la lectura de ese libro que deseaban leer, visitarán los beach club de moda de precios exorbitantes, con el inevitable selfie y harán falsas promesas de reciclaje personal y profesional cuando regresen a su punto de partida.
Y acepto que, puntualmente, también he jugado en esa Liga.
El tiempo, la experiencia acumulada, quizás no sirva para mejorar tu inteligencia.
Pero si tu pensamiento.
He asumido, hace muchos años, que el deterioro físico es un proceso inevitable y natural, que no distingue clases sociales.
Pero si mantener nuestro cerebro lúcido, abierto a nuevas experiencias, inquietudes y conocimientos.
Recientemente, le preguntaron a Clint Eastwood, cual era el secreto de su intensa carrera profesional en los últimos tiempos, a pesar de haber cumplido ya 95 años.
La respuesta fue admirable : "No dejar entrar al viejo en mi"
Mi reconocimiento para aquellos que buscarán calas tranquilas y salvajes, se proveerán de un buen pescado y lo cocinarán en unas brasas a la luz de las estrellas.
Y tranquila, pausadamente, pensarán en lo que van a hacer y no en lo que desean hacer.
Tacharan la resta, aumentarán la suma y seguirán haciendo su propio camino.
Que cada uno escoja libremente su ruta.
Recuerdo haber leído hace tiempo una breve anécdota.
Un amigo, le preguntó a otro: "¿Tu tomas algo para ser feliz?
Y contestó : "Si, decisiones "
Buen viaje a todos.