SEQUIA

Soy consciente de que mi última publicación en este blog es del pasado  mes de Diciembre.

Desde su creación , no me impuse ningún  ritmo o calendario al respecto.

He preferido escribir en función de mi necesidad de comunicar y  expresarme , de la forma más honesta ,   sobre temas que sobrevuelan mi cabeza.

Y así ha sido durante este amplio período .

¿Porque ese proceso se ha interrumpido durante estos últimos meses?

¿ Falta de inquietudes, pereza,  descanso mental, apatía?.

Me ha hecho pensar en los columnistas ,  obligados a mantener un ritmo de publicación periódica,  en base a sus compromisos profesionales, independientemente de su situación anímica, problemas personales , salud o cualquier otra causa.

Dado que no es mi caso, lo puedo definir como....sequía personal.

Pero no de creatividad, la cual creo mantener viva , afortunadamente.

No creo ser el único en detectar , en determinadas etapas de   mi vida, la falta de estímulos, de motivación, sensación de desanimo o desinterés. 

Y esa situación puede ser puntual, temporal .....o permanente.

Lo importante no es tanto que ocurra, sino conocer sus origen, sus causas e intentar corregirlas.

Ese ejercicio de introspección no siempre es fácil ni objetivo.
Autoanalizarse es complejo, porque requiere mucha rigurosidad y transparencia interna, para no enviarte  a ti mismo mensajes premeditadamente equivocados.
A nadie nos gusta reconocer nuestras fragilidades, nuestros puntos débiles, nuestras carencias.
Y en una sociedad donde abunda el que yo llamo efecto escaparate, menos todavía.
A lo largo de mi vida, he tenido abundantes ejemplos sobre situaciones personales de todo tipo , donde el tiempo ha demostrado la enorme diferencia entre la realidad y lo exhibido .
Volviendo a lo expuesto, creo conocer cuales son las causas que motivan esta ausencia , esta pereza.
Pero no es mi intención describirlas o convertirme en protagonista del texto.
Si, al menos, practicar y compartir una reflexión al respecto.
Cuando, como es humanamente lógico, pases por períodos bajos, sea cual sea la causa.....mirate.
Esa mirada no debe ser metafórica. Tiene que ser real.
Enfrentate a tu simbólico espejo y  revisa cuales son tus vacíos, tus insatisfacciones , tus carencias, sean del tipo que sean.
Y no te fijes solo en esas debilidades. 
Valorate, gustate, reconoce tu fortaleza, tus cualidades, los obstáculos que has conseguido superar, tus éxitos y no solo tus fracasos.
Y de estos últimos, aprende.
Errar no es malo. No aprender del error si es un fracaso.
Y una vez finalizado este proceso, recuerda una antigua frase:
¿ Tomas algo para ser feliz? Si......decisiones.