jueves, 20 de julio de 2017

CUMPLIR






Transcurre el tiempo.Crees que has aprendido , que has adquirido madurez, conocimiento, que eres un ser humano más completo.
Hasta que llega algo tan rutinario y convencional como   tu cumpleaños e  inevitablemente haces balance de lo vivido.
Y constatas  que,  en lo fundamental , tus virtudes o defectos siguen siendo los mismos .
A pesar de los años transcurridos sigues practicando un ingenuo romanticismo , una búsqueda incansable  , una eterna necesidad de saciar tu sed  interna.
 Las decepciones y los errores cometidos los asumes como un proceso necesario e inevitable y forma parte de tu periplo en busca de tu particular  unicornio.
Y realizas un recorrido sobre lo que has conseguido:
 - Ejercer con orgullo y dignidad tu condición de hombre libre 
- Conseguir una parte significativa de tus objetivos.
- Equivocarte intentándolo, mientras otros vegetaban pasivamente
- Mantener viva tu pasión por la vida con la misma fuerza de tu juventud.
- Comprender la diferencia entre vivir y sobrevivir.
- Mantener viva tu curiosidad natural,  sin poner límites en ello
- Evitar poner barreras a tu horizonte y continuar descubriendo nuevos paisajes, nuevas experiencias, nuevos lugares.
-Seguir amando los libros, el arte y  la cultura en general con apetito inagotable.
 - Saber admirar la belleza e inteligencia de la mujer con el mismo ímpetu de tu adolescencia y sentir que tu corazón sabe vibrar .
- Intentar evitar  la rutina y continuar caminando.
 Evidentemente, el balance es imperfecto, pero no más que la vida.
Y la mejor medicina para el inevitable deterioro biológico es seguir creyendo en tus convicciones , respetar y escuchar las ajenas e intentar mejorar como persona, como amigo, como padre.
Porque el mejor regalo de cumpleaños no es que te feliciten cuando llega.
Es que te recuerden cuando ya no estés. 

martes, 4 de julio de 2017

BRUJULA





En la periódica tarea de organizar papeles y cajones, ha aparecido en uno de ellos un objeto que, como tantas veces ocurre, tenía olvidado.
Recuerdo perfectamente de quien fue el regalo y cual era el simbolismo que encerraba.
Dicha persona, la cual ha sido una parte importante de mi vida durante muchos años, conocedora de mi permanente búsqueda  por encontrar un objetivo que definiese mi trayectoria vital, quiso reflejar en ese pequeño objeto ,su cariño y ánimo para que esa búsqueda algún día culminase.
Ha transcurrido bastante tiempo desde ese momento y su aparición me ha hecho reflexionar y auto preguntarme si ha sido así.
Y me he dado cuenta de que no es posible encontrar una respuesta absoluta y definitiva.
En ese largo trayecto ha habido bellos y maravillosos paisajes, sol y lluvia, tormentas y claros.
Todo ello es normal y habitual, cuando el viaje es largo y complicado.
Y las mayores o menores dificultades han servido para reforzarte y apreciar todavía más los logros.
Pero para transitar por la vida...no sirven las brújulas .
Se le atribuye a John Lennon una frase que dice, más o menos : “ La vida es lo que sucede a tu alrededor, mientras vas haciendo planes”.
Literalmente, es así.
Todos trazamos una aparente hoja de ruta, personal y profesional y se va o no cumpliendo, en función de múltiples circunstancias, normalmente incontrolables.
La salud, rupturas sentimentales o simplemente factores económicos, distorsionan lo proyectado y te derivan hacia otras carreteras.
De ahí el crecimiento y desarrollo de múltiples técnicas que, tanto en el campo personal como en el profesional y bajo distintas denominaciones tales como mindfullnes, terapia gelstat, coaching, control mental , psicosintesis o inteligencia emocional, a veces entrecruzadas, intentan ayudar en el desarrollo y libertad del individuo, para permitirles culminar sus objetivos.
Todas ellas coinciden en un punto que, personalmente, suscribo.
Somos capaces de hacer y conseguir mucho más de lo que nosotros mismos pensamos.
El potencial del ser humano es infinito, si se sabe encauzar y proyectar.
Pero de nada sirve todo ello, sin el punto más importante: tu mismo.
Y un componente que es imprescindible, la ilusión.
Ese combustible, a veces falta. Lo se por mi propia experiencia.
Esa fortaleza, implícita en el ser humano, periódicamente se resquebraja.
Las razones sería imposible de enumerarlas y son unipersonales.
Cada persona tiene su propio paisaje y si algo falla es inevitable que se produzca un cansancio, normalmente más mental que físico, que te hace bajar la guardia y sentirte golpeado.
Y ese es el momento donde, excavando en tu propio interior, debes de encontrar la energía necesaria para avanzar.
Porque el verdadero guerrero es el que asume las batallas perdidas, pero consigue ganar su propia guerra.
¿ Perdedor o ganador?.
Elige.