jueves, 10 de diciembre de 2015

GALLEGO








Dentro de unos meses se aproximaban  las elecciones generales y   notaba  un cierto cansancio.   Se avecinaban los  eslogan habituales, los debates plagados de tópicos, las ambiciosas  propuestas que posteriormente se incumplían.
Y el permanente bipartidismo , con esa sensación de reparto de poder que tantas corruptelas había provocado con el paso de los años.
A pesar de ello, algunos sondeos daban como posible vencedor, aunque sin mayoría absoluta,  a Rajoy.
Es cierto que dos nuevos partidos habían surgido recientemente  y  habían aportado un aire fresco al espectro político.
De ideología claramente opuesta,  aportaban caras nuevas y  juventud .Pero  a medida que observaba sus declaraciones y apariciones televisivas, algo le decía en su interior que la única variación sobre lo ya conocido era su ausencia de pasado y  por tanto  no poder evaluar positiva o negativamente sus teóricas capacidades.Y sus propuestas podían ser bienintencionadas pero , en muchos puntos, le sonaban a irrealizables.
Tenía una posible opción: no votar.
Pero le parecía una traición a su forma de pensar , a su trayectoria personal . No le parecía lógico renunciar a un derecho que durante tanto tiempo los ciudadanos  no habían podido practicar.
Por tanto...¿ que hacer?.
Ojeando la prensa, una  noticia en la sección de  economía le llamó la atención.
Esa noche no pudo descansar bien ya que una idea rondaba constantemente por su cabeza.
A la mañana siguiente  se sentó delante del ordenador y redacto un amplio correo .Lo examino varias veces y satisfecho del resultado pulso la tecla de enviar.
Un par de días después observó que en la carpeta de entrada aparecía la contestación a su envío.
Descolgó el teléfono e informo que se tomaba un par de días libres por temas personales. Acto seguido compro un billete de avión y se dirigio al aeropuerto. 
Su viaje se prolongo más de lo esperado.
Pero a su vuelta, se sintió satisfecho por el resultado de sus gestiones.
Transcurridos unos días, de camino a su oficina, sintonizó la radio de su coche para escuchar las ultimas noticias.
En todas las emisoras se trataba el mismo tema: 
" Conmoción en el mundo político y empresarial. Amancio Ortega  crea un nuevo partido político . Su intención es estar presente en las próximas elecciones". 
Una sonrisa surgió en su cara. Y pensó:
" Si  van a acabar votando a un gallego , por lo menos que este cualificado .....¡carallo !  . "





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