jueves, 2 de abril de 2020

VICTIMAS


Escribo estas líneas con rabia, desesperación y casi como terapia.
Y aclaro que sin ningún componente ideológico .
Nunca sabremos si otro Gobierno lo hubiese hecho mejor.
No se trata de partidismo sino de patriotismo.
Esa palabra tan frívolamente utilizada a veces, en función de espurios intereses.
Miles de personas fallecidas y las que están por venir.
Personal sanitario desprovisto de material adecuado que debido a la incapacidad, imprevisión e incompetencia de nuestros gestores, desbordados por una situación de emergencia, no han sabido reaccionar ni planificar.
Médicos que contemplan horrorizados, como tienen que tomar dolorosas decisiones, el denominado triaje, para asignar respiradores ,limitados en número, en contra de su ética y voluntad, para utilizarlos en perfiles con mayor capacidad de supervivencia.
Familias desgarradas por no poder, al menos acompañarles en sus últimos momentos, esperando recibir las cenizas de funerarias absolutamente desbordadas.
Más del 15 % de personal sanitario infectado, en estadísticas difícilmente creíbles.
Más de un 85% de fallecidos correspondientes a una determinada franja de población, la más frágil, la más desprotegida , los que han contribuido a crear este país, con su esfuerzo y trabajo.
Residencias en las que aparecen ancianos muertos y abandonados.
Llamadas casi diarias de amigos y familiares comunicando esos fallecimientos, siempre de las mismas características y rotos por el dolor.
Dos miembros de mi familia, contagiados y aislados en su domicilio, sin que, al igual que muchas personas, se les haya realizado el famoso test.
Y yo mismo, rogando para que no me alcance y engrose la fatídica lista, por edad y perfil.
Los sanitarios no son héroes. Si en el sentido humanitario, pero.....son víctimas.
Y que no nos utilicen, difundiendo el “Resistire” o mostrando imágenes seleccionadas de personal sanitario intentando romper su impotencia con alguna imagen jocosa o mostrándonos aislados casos de ancianos supervivientes.
Es el momento de unirnos, cumplir con las normas impuestas y ser solidarios.
Pero cuando termine esta pandemia, cuando finalice este drama, seámoslo también para exigir y pedir responsabilidades políticas y legales.
Seamos, por fin, un pais.
Fuerza y ánimo.




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