La idea que tuve en su día de poner en marcha este modesto blog, ha significado una especie de terapia y me ha ayudado a superar las múltiples dificultades y sinsabores de mi trabajo habitual.
Hace muchos años, más de los que yo quisiera, que empece a realizarlo.
Y nunca pensé que iba a ser tan duro, tan complicado.
Me absorbe prácticamente las veinticuatro horas del día, porque incluso el merecido descanso diario, a veces no es tal.
El siempre infatigable cerebro, ignora las necesidades físicas y continua por las noches funcionando a su libre albedrío.
En el transcurso del mismo ha habido todo tipo de situaciones, mejores y peores.
Tristeza, alegría, encantos y desencantos, sentimientos negativos y positivos.
Esa especie de noria ha continuado y continuara hasta el final.
Es cierto que a veces piensas ,ingenuamente, que la noria se va a estabilizar y llegarás al final del recorrido.
Pero, incansable continua y requiere de toda tu energía , experiencia y fortaleza para intentar desarrollar dicho trabajo lo mejor posible.
El hecho de que pueda realizarlo de forma autónoma, no disminuye las exigencias.
Soy yo el que tiene que analizar los problemas, buscar la solución, tomar decisiones.
Y cuesta enfrentarse al día a día, olvidar los fracasos, recuperar ilusiones perdidas, buscar alternativas.
Y sin saber como ni de que forma, extraes fuerzas de lo más recóndito de tu ser, te creces ante los desafíos , luchas lo indecible.
A veces, la tentación de abandonar acude a tu mente.
Pero la rechazas, la rehuyes, la esquivas.
Porque, adoras ese trabajo, no lo quieres perder , te apasiona.
Es un trabajo injusto y mal pagado, donde la jubilación no existe.
Pero te enamora y te atrapa como la más apasionada de las amantes.
Y sabes que nunca lo abandonaras, que lo mantendrás hasta el fin de tus días.
Porque no hay oficio, no hay trabajo más noble que el de.....
VIVIR.