La definición de la vida que hizo Calderon de la Barca en su auto sacramental "El gran teatro del mundo", siempre me ha parecido la más ajustada a la realidad.
Muchas veces he tenido la sensación en reuniones, cenas o charlas de estar ante una representación teatral en la cual, con mayor o menor acierto, cada persona interpreta un papel
Como no existe un director que coordine o asigne el reparto, cada individuo escoge aquel donde se siente más cómodo o cree que se adapta a su personalidad.
Al igual que en el teatro, en la vida existen grandes actores , mediocres o simplemente principiantes.
El problema es cuando te encuentras que estás representando un personaje que no has escogido o que has aceptado equivocadamente.
Independientemente de tus mayores o menores capacidades lo interpretas mal, olvidas los diálogos o sientes el denominado mal escénico.
Ante ello el "actor" tiene varias posibilidades. Seguir representando la obra, cambiar de personaje o mejorar su técnica.
Y no olvidar que en la vida solo hay un autor : TU.
El que escribe todos los días las diferentes escenas y el final de cada acto.
El que puede decidir , ante la duda, que su personaje haga mutis por el foro de forma temporal o definitiva.
Y salir sin buscar el aplauso del público, pero con dignidad y la cabeza alta.
Creo que es algo que debo de comenzar a practicar.
Para mejorar el personaje o eliminarlo. Otros lo llaman catarsis.
Sobre lo único que carezco de potestad es para poder decidir el final de la obra.
Ahí es donde reside el misterio de la vida.
Y su magia.